Seis de cada 10 chilenos consume al menos un medicamento al día y un número no despreciable lo hace por cuenta propia y sin supervisión de profesionales de la salud.
La cifra ha ido al alza y de la mano de un incremento de la compra de productos falsificados que se comercializan en la calle y ferias libres, lo que trae un riesgo evidente de salud.
Los riesgos envidentes.
A nivel mundial se estima que 700 mil personas mueren anualmente por autoprescripción de fármacos. Una de las razones de por qué la automedicación es negativa tiene que ver con la falta de control y conocimiento que tiene una persona sobre lo que consume, sus efectos secundarios y, peor aún, qué ocurre cuando interactúa con otros productos farmacológicos.
Estos son los efectos indeseados más frecuentes:
- Náuseas
- Diarrea
- Gastritis
- Intoxicaciones
- Dependencia
- Adicción
- Interacción con otros medicamentos
- Muerte
En los últimos años se ha evidenciado un creciente aumento en el consumo de medicamentos en Chile. A pesar de que el último dato oficial es la Encuesta Nacional de Salud de 2017, esta medición ya reportaba incrementos considerables desde la anterior aplicación del instrumento en 2009 – 2010.
- A nivel país la medicación diaria subió de 53% a 57%.
- En hombres pasó de 40,7% a 46,8% y en mujeres de 64,7% a 68,2%.
- El 12,8% de los chilenos consume más de 5 medicamentos al día (era 10,7% en 2009).
- Casi el 10% de los usuarios admite que el medicamento se lo “autorecetó” él u otra persona.
- Del mismo modo, casi un 3% reconoce que lo compró en la calle, la feria, un lugar distinto a una farmacia o centro de salud o que se lo regaló otra persona.
El ISP enciende las alertas.
El Instituto de Salud Pública -órgano rector en materia de fármacos en Chile- ha impulsado una campaña asociada a la compra de remedios sólo en lugares autorizados, con el propósito de atacar la venta en lugares como ferias libres. De acuerdo a un reportaje de Ciper Chile, en el primer semestre de 2021, por ejemplo, la PDI realizó 531 incautaciones de medicamentos. En tanto, el Centro Nacional de Análisis Criminal (Cenacrim) de la misma policía civil, informó que entre enero y junio de 2022 se retiraron casi 677 mil fármacos del mercado.
“Un medicamento adquirido en un lugar no autorizado, puede contener componentes tóxicos o distintos a los que dice tener, podrían no sanarte e incluso pueden empeorar una enfermedad ya existente o no diagnosticada, además de provocar reacciones adversas graves”, señala el ISP.
Además, agrega, “los medicamentos que provienen del comercio ilegal están expuestos a condiciones ambientales como el calor y la humedad, que degradan los componentes del producto, volviéndolo tóxico”.
Añade que “la venta de medicamentos a través de redes sociales, portales de anuncios, mensajería instantánea, foros o plataformas electrónicas de dudoso dominio, no corresponde a comercio electrónico de medicamentos y por lo tanto no está permitida, asimismo como la venta de estos productos en la vía pública o en lugares no autorizados como almacenes de barrio o ferias libres”.
“Los medicamentos que son vendidos fuera de un establecimiento farmacéutico, se consideran productos falsificados, porque no es posible garantizar su calidad, seguridad y eficacia”, cierra el ISP.
Son múltiples las razones por las cuales las personas se automedican o le administran medicamentos a otras sin una debida supervisión profesional o una prescripción médica. Estas son las razones más frecuentes de acuerdo al Observatorio del Comportamiento de la Automedicación de la Universidad de Rosario, Argentina:
Cuidar la salud: La mayoría de las personas lo hace para reducir un dolor no complejo y así evitar una consulta con un médico o esperar para ser atendido.
Rendimiento físico o mental: Algunos deportistas consumen productos específicos que mejoren su rendimiento, al igual que estudiantes para prolongar sus horas de vigilia antes de un examen.
Evasión y diversión: El uso recreativo también se ha incrementado en fiestas y en combinación con otras sustancias como el alcohol. Los psicotrópicos son los más recurridos en las “fármacofiestas juveniles”.
Cosmética: Por moda, muchas personas consumen fármacos para perder peso o modificar su imagen, arriesgando posteriores problemas físicos.
Usos criminales: También se ha advertido el consumo de medicamentos antes de cometer delitos como una forma de ganar “valentía” antes del crimen.
Terminación de la vida: aborto, suicidio, eutanasia.
Resistencia, otro mal indeseado. Otro de los efectos de la automedicación es la resistencia, en especial la que desarrollan algunos microorganismos por consumo no regulado de antibióticos.
En una publicación oficial, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cita al doctor Andrés Pérez-Acosta, profesor titular del programa de Psicología, de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario y responsable del Observatorio del Comportamiento de Automedicación, quien señala que “una consecuencia global del abuso y mal uso de estos medicamentos en diferentes ámbitos, como en la reproducción animal y en automedicación humana, ha sido, sin duda, la resistencia microbiana”.
Cómo prevenir.
Tener un consumo responsable de medicamentos es vital. Para ello, también es necesario dejar de lado la costumbre de la autoprescripción. Acá algunos consejos:
Consultar siempre con un médico ante una condicion de salud. Él es el profesional clave para indicar un medicamento.
Preguntar a un químico farmacéutico. En todas las farmacias debe haber un químico farmacéutico, quien puede orientar ante dudas sobre un medicamento.
No tomar sin prescipción. Aunque a un familiar o un amigo le haya servido un producto, eso no quiere decir que a ti también.
Consumir los productos el tiempo indicado y no más.
No dejar productos al alcance de los niños o en lugares que puedan ser fácilmente tomados por mascotas o personas que se puedan confundir.
VICTOR HUGO DURÁN | PERIODISTA, MAGISTER EN GESTIÓN ESTRATÉGICA DE LA COMUNICACIÓN