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Dermatitis Atópica: dolor a flor de piel
  • Aunque es más común en niños pequeños, esta patologías se puede transformar en crónica, generando un enorme deterioro en la calidad de vida.

Qué observar. De acuerdo a diversas publicaciones, la dermatitis atópica (DA) afecta entre el 1% y 3% de la población chilena, es decir, entre 180 mil y 540 mil personas, siendo las mujeres las más afectadas.

  • También llamada “eccema”, esta afección provoca que la piel se seque, pique e inflame. Y aunque es más común en niños pequeños, se puede presentar a cualquier edad.
  • Si bien no es contagiosa, sí quienes presentan DA están más propensos al asma, la rinitis alérgica y las alergias alimentarias.
  • De acuerdo a la Clínica Mayo, la dermatitis atópica está relacionada con una variación genética que afecta la capacidad de la piel de ofrecer protección. La piel no es capaz de retener la humedad y brindar protección contra bacterias, irritantes, alérgenos y factores medioambientales, como el humo del tabaco.
  • En otras personas, la dermatitis atópica aparece a raíz de la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus en la piel. Su presencia reemplaza a las bacterias útiles e interrumpe la función protectora de la piel.
  • Un estudio de 2019 del neurólogo Kevin R. Patel, señala que el origen de la DA está en mutaciones para el gen de Filagrina, proteína involucrada en el proceso de cornificación de la piel, paso clave para la formación de la barrera cutánea, y que se encuentra ubicada en el cromosoma 1.

Por qué es importante. Uno de los principales problema asociado a esta patología es el grave deterioro que produce en la vida de los pacientes.

  • Un estudio publicado en Journal of American Academy of Dermatology en 2019, concluye que quienes padecen DA incrementan en dos veces el riesgo de presentar depresión e ideas suicidas. 
  • Expertos plantean que causa una desregulación en el sistema inmune, lo que explicaría una mayor frecuencia de episodios ante cuadros de estrés.
  • Del mismo modo, personas que fuman y quienes tienen baja exposición a vitamina D también son más propensos a desarrollarla.

Los síntomas más habituales. La DA en muchos casos es crónica y puede ir empeorando en el tiempo. De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU su presentación considera síntomas como:

  • Picazón intensa
  • Piel seca en todo el cuerpo con protuberancias tras los brazos y al frente de los muslos.
  • Ampollas que supuran y generan costras.
  • Secreción y sangrado de oído.
  • Zonas con carne viva producto del rascado
  • En niños de menos de dos años, se observan las erupciones con más frecuencia en cuero cabelludo, manos y pies. En adultos, en manos, párpados y genitales.  

Un tratamiento intermedio. Tratar la DA no es fácil, ya que depende de factores puntuales como el nivel de afección, así como si la persona está ante un brote agudo o una condición crónica. En todo caso, expertos como los de Clínica Mayo sugieren lo siguiente:

  • Humectación regular de la piel.
  • Uso de ungüentos o cremas medicinales.
  • Usar las uñas cortas o utilizar guantes al dormir para evitar dañar la piel.
  • Hay alimentos que pueden potenciar los síntomas, como el huevo.
  • Jabones y detergentes pueden causar irritación, al igual que vestimenta de lana en contacto directo con la piel.
  • El uso de antihistamínicos para reducir la comezón debe ser indicado por un médico.
  • Por ahora no existen vacunas para tratamiento.
  • El uso de medicamentos biológicos, que inhiban el sistema inmune, esteroides o corticoides, debe, necesariamente ser indicado por un profesional médico.

Victor Hugo Durán.

Periodista. Magíster en Gestión Estratégica de la Comunicación.